viernes, 28 de febrero de 2014

NOMINADAS A LOS OSCARS 2014

 Artículo: Lucía Alcina
Los príncipes del cine se reunirán en breve para festejar un año más los Oscars. ¿Quién se llevará la estatuilla a la mejor película? Podría ser Alexander Payne por Nebraska. El autor de Entre Copas, y Los Descendientes, nos arrastra siempre a viajar acompañados de nuestros seres queridos para sacarnos de nuestro letargo y mirar de frente la vida. En blanco y negro, Payne nos devuelve al héroe tranquilo de John Ford. Un hombre destruido, superviviente de la vileza y el descrédito, retorna al pueblo perdido del Medio Oeste de su infancia, acompañado por su hijo. El pueblo se despierta con la llegada del forastero y las viejas rencillas despiertan la fiebre del oro. La vida de los dos está en juego. Y los antiguos valores renacen para devolverles la dignidad arrebatada.

Alfonso Cuarón podría ser premiado por Gravity. El realizador de Hijos de los hombres acomete un proyecto audaz al recrear la vida en el espacio, y mostrarnos una gran perspectiva de la vida con un planeta tierra en un horizonte lejano e inaccesible. Nos hace sentir vértigo, devolviéndonos la gravedad, el peso, y la importancia, de poder ponernos de pie, de nuevo, sobre el barro. Dos únicos personajes nos harán reír y llorar, inmersos en esta obra de ingeniería, que nos sitúa en la ingrávida estratosfera con sorprendente realismo.

Her es tan subjetiva como las anteriores películas de Spike Jonze. Como en Adaptation, o Where the Wild things are, nos deja con nuestros propios miedos para que los afrontemos como bien podamos. Sus personajes suelen refugiarse dentro de sus propias fantasías porque es el único lugar dónde encuentran respuestas. Este romance cibernético ha calado entre los jóvenes amantes de las tecnologías. ¿Es por su expresión de la soledad? ¿O por el amor a las sombras en nuestra confortable cueva donde no tenemos que enfrentarnos a los seres reales? ¿Tienen nuestros duendes fecha de caducidad? ¿O ha evolucionado la Inteligencia Artificial independizándose del ser humano , abandonándolo, en busca de un cosmos superior? ¿Ambicionan los IAS poseer la pasión y los cuerpos humanos como en El hombre bicentenario?¿O es nuestra especie la que renace al salir de las cavernas tecnológicas?

Paul Greengras es un estupendo artesano que sabe encontrar esos personajes de a pie, capaces de convertirse en héroes cuando el peligro les acecha. Lo hizo con Jason Bourne y lo consigue de nuevo con  Capitán Philips. Lo que podría haber sido una de aventuras en un bote, o un drama sobre el terrorismo en el mar, se convierte en una narración interior de las estrategias de un hombre para sobrevivir.

Hay algo que a mí no me cuadra en American Hustle. En su desaforado intento por mostrar la mediocridad, la química de la empatía parece diluirse. Los actores están geniales, y aún así no encuentro la clave que esconde David O. Russel. Siempre arriesga con protagonistas difíciles, y por eso le aplaudo. Me quedo con los The silver lining playbook.

Scorsesse tiene muchas posibilidades con El lobo de Wall Street. Una película de la que muchos se han alejado por su hastío hacia las explicaciones sobre los orígenes de la crisis económica. La protagoniza un icono de un mal, que aún hiere nuestro mundo como una plaga moderna. Y la realiza el mejor Scorsesse, recordándonos su devastadora visión del hombre que no es capaz de desbandarse de las fuerzas y los códigos de una sociedad violenta, como ya hiciera en Uno de los nuestros, Gangsters of New York, o Casino.

No he visto la de Steve McQueen. Doce años de esclavitud son muchos años. Con la escena de 'New York, New York' en Shame ya me hizo papilla. Estoy deseando ir esta tarde a ver Philomena (A Judi Dench no me la pierdo). Dallas Dollar Club todavía no se ha estrenado, tendremos que verla después de los premios.

Millones de personas se levantan cada mañana queriendo hacer una película. Quizás porque es una forma de expresión que abarca muchas otras, y porque la mayoría de nosotros queremos decir algo. Y en la complejidad de una obra cinematográfica ese algo te envuelve, los signos de uno y otro arte, de uno y otro individuo, se mezclan tanto entre sí que componen un universo nuevo en el que aparecen las vetas humanas de nuestra especie en un concierto armónico de acuerdos.

Millones de personas se acuestan cada noche soñando con recibir un Oscar. Los premios tienen algo de crepuscular. Buenas noches amigos.

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